Con independencia de la ideología de cada uno, existe una rara unanimidad a la hora de describir la figura y la importancia de Adolfo Suárez en la todavía joven democracia española. Un tipo valiente que con la ayuda oficial de unos pocos y con el apoyo tácito de la mayoría de los españoles incluida la oposición al franquismo supo encarrilar el rumbo de la piel de toro.
Aunque en su momento fue objeto de las mayores críticas y unos ataques furibundos incluyendo a sus correligionarios políticos, hoy en día y a salvo de unas pocas opiniones se le considera un ejemplo de lo que un político debería significar en cuanto a honestidad y cumplimiento de sus promesas.
Descanse en paz.
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